Estadísticamente en la actualidad los empleados de las empresas suelen mantenerse en ellas entre 4 y 5 años. El mercado laboral cambia más rápidamente y las nuevas tendencias en la conducta de las personas ha ido acortando los plazos que una persona se mantiene en una empresa.
Seguramente todos hemos tenido un abuelo o un padre que pasó la mayor parte de su vida laboral en la misma empresa, sin embargo, hoy es menos común esta situación. No con esto queremos decir que nuestros padres o abuelos no hayan tenido una vida laboral satisfactoria, si no que las personas que forman el grueso de la población activa laboral tiene tendencias a una conducta diferente.
Contra todo pronóstico, este comportamiento no está relacionado a los millenials, sino que se encuentra en el mismo orden desde hace más de 30 años, pero, ¿cuáles son las principales causas?
- Más acceso a oportunidades
La Globalización así como las redes sociales han hecho de encontrar oportunidades laborales una tarea amena, sencilla y potente. Hoy en día se puede entrar en contacto con miles de reclutadores y aplicar a ofertas de forma muy fácil.
- Giro a la descentralización de los centros laborales
Cada día más las empresas trabajan de forma descentralizada y muchos empleados pueden hacer home-office usando herramientas como Trabali, por ello las empresas que no lo hacen está viendo incrementada su rotación de personal
- No hay espacio para crecer
Después de algunos años los empleados pueden darse cuenta que para saltar de un escalafón salarial a otro no tienen más remedio que cambiar de empresa optar por una promoción fuera de donde laboran actualmente
- Enriquecer el curriculum vitae
Ha habido en los últimos años un cambio de mentalidad a la hora de interpretar los cambios de trabajos tanto para los reclutadores como para los que buscan empleo. Se ha pasado a valorar de forma diferente conceptos como: estabilidad o aprendizaje todo esto en el concepto de tener uno o varios trabajos en el CV
- Aburrimiento o búsqueda de otras experiencias
A partir de los 3 años aproximadamente los empleados pueden empezar a sentir que su trabajo no es lo suficientemente retador, y sin retos no hay compromiso al cual atarse, por tanto comienzan a pensar que emprender un nuevo desafío puede reactivar su vínculo con el trabajo.